Es la diferencia de grosor, medida en mm, entre el talón y los dedos, es decir, entre el apoyo del talón del pie y la zona anterior o metatarsal del mismo.
Hoy en día disponemos de distintos tipos de drop que varían desde los 0 mm de las zapatillas minimalistas, hasta los 12 mm de una zapatilla convencional de entrenamiento.
Ventajas de un DROP alto, entre 8 y 12 mm:
- Menor índice de lesión por mayor índice de amortiguación.
Inconvenientes:
- Aumento del gasto de energía debido a la mayor amortiguación.
- Aumento de peso por el mayor grosor de la suela del talón.
- Bajo peso de la zapatilla.
- Fortalecimiento de la musculatura propia del pie.
- Mejor propiocepción del pie.
En CPSalud tenemos muy en cuenta la importancia de modificar el DROP cuando introducimos en la zapatilla deportiva una plantilla correctora o compensadora de la posición del pie, puesto que el grosor de la misma puede modificar el DROP de la actividad física realizada.