Desde principios de los años 80 se conoce que el láser aplicado a baja potencia tiene un efecto antiálgico, antiinflamatorio y regenerativo.
Es un tratamiento indoloro, se siente un ligero calor, y rápido.
El ciclo de los tratamientos es de 10 a 15 aplicaciones efectuadas con una pauta de dos o tres veces por semana en casos agudos y una sesión semanal en los casos crónicos.
La sintomatología dolorosa empieza a disminuir después de las cuatro aplicaciones y tiende a desaparecer a las diez o doce aplicaciones.
En Podología se utiliza para diferentes terapias entre las cuales destacan las siguientes:
FASCITIS PLANTAR
METATARSALGIAS
NEUROMA DE MORTON
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