En los últimos años la Podología ha avanzado de manera importante en el conocimiento de la biomecánica del pie y resto de aparato locomotor. Desde este blog pretendemos mostrar parte de esos avances, así como la solución mediante el uso de plantillas ortopédicas de algunas de las alteraciones más frecuentes.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

La horma del calzado

La horma es un elemento imprescindible para la fabricación del calzado, tanto que una frase que corre de generación en generación entre los mejores fabricantes de calzado es la de que “zapato se escribe con “h” de horma”. 

Su forma es la responsable directa del buen ajuste del calzado al pie. La horma es generalmente algo más estrecha que el pie en el talón y antepié, y ligeramente más amplia a nivel de los dedos para que permita el movimiento de los mismos.

Existen un gran número de hormas por cada fabricante, de tal manera que es importante el explicar a los pacientes cómo debería ser la horma más adecuada para su caso. 

Un consejo realmente útil es el de mirar el zapato desde la suela y comprobar que la aducción de antepie , es decir, la angulación hacia dentro de la misma, sea lo más ligera posible, esto nos evitará entre otras las lesiones por compresión del 5º dedo. 

El zapato, si es para utilizarlo con soportes plantares, deberá estar construido utilizando una horma con capacidad extra para permitir la ubicación en su interior de este componente ortopodológico sin que se produzca una compresión anómala del pie dentro del calzado. Hoy en día, un gran número de fabricantes de calzado masculino y femenino utilizan plantillas de relleno de confort extraibles, lo que hace mucho más fácil la ubicación de nuestro soporte plantar confeccionado a medida. 

CONCEPTO SOBRE LA HORMA RECTA   (sólo para niños)

·       Su eje longitudinal debe ser siempre  recto.
·       Observando la anatomía del pie guardarán una correcta relación entre la anchura de talón y antepie.
·       Debe respetar las concavidades interna y externa.
·      Debe permitir el movimiento digital. 


miércoles, 27 de noviembre de 2013

Aplicaciones terapeúticas de las ortosis de silicona


Existen diferentes alteraciones digitales en el plano sagital. Seguidamente realizaremos un repaso de la posición patológica y de las posibles actuaciones terapéuticas.

DEDO EN MARTILLO
  • AMF en flexión dorsal. 
  • AIFP en flexión plantar. 
  • AIFD en posición neutra.

La zona comprometida por hiperpresión es la articulación interfalángica proximal a nivel dorsal.




Existen dos posibilidades terapéuticas dependiendo del paciente.

Ortosis con fronda dorsal para presionar la región retrolesional.


Ortosis con fronda dorsal con protección de la zona lesionada.



DEDO EN GARRA



  • AMF en flexión dorsal. 
  • AIFP en flexión plantar. 
  • AIFD en flexión plantar.

La zona comprometida por hiperpresión es la articulación metatarsofalángica proximal a nivel dorsal y el pulpejo.



Existen tres posibilidades terapéuticas dependiendo del paciente.

Ortosis con fronda dorsal para presionar la región retrolesional, y cresta subdigital.


Ortosis con fronda dorsal con protección de la zona lesionada, y cresta subdigital.


Ortosis con fronda dorsal con protección de la zona lesionada, cresta subdigital y protección del pulpejo.



DEDO EN MAZO



  • AMF en posición neutra. 
  • AIFP en posición neutra. 
  • AIFD en flexión plantar. 

La zona comprometida por hiperpresión es el pulpejo digital.



Existen dos posibilidades terapéuticas dependiendo del paciente.

Ortosis con cresta subdigital.


Ortosis con cresta subdigital y protección del pulpejo.



DEDO EN CUELLO DE CISNE
  • AMF en flexión dorsal. 
  • AIFP en flexión plantar. 
  • AIFD en flexión dorsal.

La zona comprometida por hiperpresión es la articulación metatarsofalángica proximal a nivel dorsal.




Existen dos posibilidades terapéuticas dependiendo del paciente.


Ortosis con fronda dorsal para presionar la región retrolesional.



Ortosis con fronda dorsal con protección de la zona lesionada.








miércoles, 20 de noviembre de 2013

Dismetrías: Tratamiento ortopodológico



Una dismetría consiste en una discrepancia de longitud entre los miembros inferiores.




Existen 3 categorías:
n
  • Estructural o anatómica, también denominada real: es la dismetría generada por un acortamiento real de algún segmento óseo
  • Funcional, también denominada aparente o falsa: es la dismetría generada por un acortamiento muscular o tendinoso, nunca de un segmento óseo.
  • Mixta: es cuando parte de la dismetría es de tipo real y parte aparente.



Diagnóstico:


La clave es la asimetría.
  • Hombros.
  • Caderas.
  • Pliegues glúteos y poplíteos.
  • Maléolos.
  • Desgaste del calzado.
  • Esguinces de tobillo unilaterales.
  • Huellas.

Medición de la dismetría:

Existen diferentes técnicas. Nosotros en clínica utilizamos un método sencillo y certero denominado MÉTODO INDIRECTO. Consisten en situar bloques de altura conocida bajo el pie del miembro más corto hasta que las caderas se nivelen. Una vez que ésto suceda procedemos a medir la dimensión de la misma. Es fundamental vigilar que el paciente mantenga las rodillas en extensión.


Compensación vertebral:

Se produce una escoliosis dorsolumbar para situar el centro de gravedad dentro del triángulo o base de sustentación, y de esa forma no perder el equilibrio. Podemos observar, fruto de esta compensación que la cintura escapular está inclinada de forma contraria a la pélvica, es decir, el hombro más bajo corresponderá a la cadera más alta.



Tratamiento ortopodológico:

El tratamiento se puede realizar mediante dos técnicas:
  • Alza, que consiste en una palmilla de material de alta densidad y resistencia a la presión, normalmente EVA de densidad 60-65º Shore.


  • Posteo elevador: Es un posteo que en lugar de fresarse hasta el cuerpo base de la plantilla se deja del grosor que se considere para compensar la dismetría.




Su utiliza Alza cuando no tenemos patología podológica, y Plantilla con posteo elevador cuando debemos tratar una patología podológica y una dismetría a la vez.

La altura que podemos introducir en un zapato es variable:
  • El calzado femenino no suele aceptar más de 3 milímetros.
  • El calzado masculino hasta 5 milímetros.
  • Las botas, tanto femeninas como masculinas aceptan entre 8 y 10 milímetros.

Medidas profilácticas:


  •  Somier y colchón resistentes.
  •  Asientos con respaldo anatómico adecuado.
  •  Cargar el menor peso posible, y con distribución simétrica y cerca del cuerpo.
  •  Natación simétrica y no agresiva. 
  •  Masoterapia para aliviar la contractura muscular, electroestimulación de la musculatura atrófica. 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Elección de calzado para running

Correr es un deporte de impacto. Cada vez que damos una zancada en nuestra carrera todo nuestro cuerpo, pies, tobillos, miembros inferiores, columna vertebral, etc…, sufre dicho impacto.  
 
1. Elegir un buen terreno para correr.
En cuanto al terreno, el mejor, en lo que se refiere a absorción de impacto, es la tierra.

Las calles y aceras son terrenos duros y por lo tanto no absorben el impacto. En esta situación la importancia del calzado es fundamental.

La playa y la arena, constituye un terreno demasiado blando en donde se absorbe impacto sobremanera pero se pierde estabilidad y se aumenta la sobrecarga muscular, pudiéndose provocar lesiones tendinosas o articulares en tobillos y rodillas.

2. Elegir las zapatillas adecuadas.
Las zapatillas ideales tienen que ser capaces de amortiguar bien los impactos, proporcionar estabilidad, sujeción y además adaptarse a la forma de correr.
Sucede muchas veces que en el transcurso del uso de un par de zapatillas, comienzan a aparecer molestias y a veces lesiones, por una mala elección de las mismas.
También debemos tener en cuenta la vida útil de las zapatillas. Pasado ese tiempo, el comportamiento de los materiales, no es el mismo.
  
3. La pisada del corredor.
Hay tres tipos de pisada:
  


Pronador:
La característica del pie pronador consiste en una caida del pie hacia la zona interna del mismo.
Cuando corremos se produce una pronación natural para amortiguar, es decir, el arco baja discretamente su altura, pero si esto es exagerado se entra en lo que conocemos como corredor pronador.
Un 50 % de los corredores, padece sobrepronación.

Neutro
Significa que los pies no tienden a girar ni hacia el interior, ni hacia el exterior cuando se corre.
El pie normal, es aquel cuyo apoyo comienza por la parte externa del talón, ejerciendo a continuación una discreta pronación por parte del mediopié y despegando el antepié entre el 1º y 2º metatarsiano.
Aproximadamente un 40% de los corredores, tienen pisada neutra.

Supinador
Entendemos por supinación el efecto contrario a la pronación, es decir cuando hay una ausencia o disminución del efecto pronatorio fisiológico, ofreciendo un apoyo por la parte externa del pie.

Se trata de un pie muy estructurado y con poca movilidad con una bóveda plantar aumentada y el tobillo con inestabilidad exterior.
Esta alteración es poco frecuente, aproximadamente el 10% del total de corredores son supinadores, y a menudo se confunde con el desgaste excesivo de la zona externa del talón.
Los supinadores comprimen y desgastan sus zapatillas a todo lo largo de los bordes externos y no sólo en la zona del talón.

4. Análisis de la pisada.
Muchas veces los pies en posición estática pueden comportarse en forma totalmente distinta a cuando están en movimiento al desplazarse durante la carrera.
Se dan los casos de que un par de perfectos pies normales en posición estática pueden transformarse en pies pronados durante la carrera.
Por lo tanto, la huella plantar únicamente nos da una primera aproximación de lo que puede esperarse del mismo pie en movimiento.
De aquí la importancia que la exploración de los pies de un atleta en movimiento, revisando además su historial de lesiones y analizando a su vez los desgastes, deformaciones y alteraciones del calzado deportivo usado, ya que las zapatillas usadas muestran en forma fidedigna lo que le ocurre a los tobillos y los pies del deportista durante la acción deportiva.
Al tomar en cuenta todos estos elementos, el diagnóstico acerca del tipo de pisada de cada atleta será más preciso.

5. Centros de análisis del movimiento.
Profesionales de la Podología estudiamos la dinámica del corredor y elaboramos informes conteniendo observaciones y conclusiones específicas para la corrección de las alteraciones encontradas.

6. Corrección en el calzado del corredor.
Existen diferentes tipos de zapatillas para realizar la carrera. La gran mayoría son neutras, pero también las hay reforzadas en sus materiales por la zona interna para los pacientes pronadores, y por la zona externa para los supinadores.







viernes, 15 de noviembre de 2013

El pie como mecanismo de drenaje venoso


El pie se comporta como una bomba venosa en su región plantar (Figura 1), favoreciendo junto con el Soleo y Gemelos (Triceps Sural) el correcto retorno venoso.


Figura 1



El retorno venoso de los miembros inferiores está favorecido por la dinámica muscular del pie y los músculos posteriores de la pierna, denominada bomba venosa de Bauer (Figura 2), ambos sistemas forman un drenaje venoso ascendente.

Figura 2



Al caminar, se vacían a cada paso las venas plantares, complejo venoso conocido como suela venosa de Lejars (Figura 3).

Figura 3



ESTUDIO DE LA FASES DE LA MARCHA Y SU RELACIÓN CON EL DRENAJE VENOSO

Fase de apoyo de talón:
Es importante tener una cantidad mínima de grasa plantar en el talón (Figura 3A) para que actúe de compresor y así mejorar el empuje de la sangre en sentido craneal (ascendente), si no es así deberíamos ayudar con materiales de ese tipo en las plantillas para incrementar el tránsito venoso a nivel del talón en el impacto de éste contra el suelo.

Fase de apoyo medio plantar:
Se presiona la vena plantar externa desplazando el retorno venoso hasta el talón. (Figura 3B)

Fase de despegue:
Un correcto despegue por el borde interno del pie, más concretamente por el primer dedo permitirá un retorno venoso más poderoso. (Figura 3C) Si algo no funciona correctamente en esta fase de la marcha, frecuentemente una insuficiencia del primer radio, se dificultará el retorno venoso hacia la vena tibial posterior.


PATOLOGÍAS QUE FAVORECEN UNA MALA FUNCIÓN VENOSA

Dismetría:
Un miembro más corto que otro hace que varíen las presiones y las cargas de los pies, y la red venosa y dinámica del paso no funcionen correctamente.

Pie plano valgo (pronado):
El aplanamiento o pronación del pie generan un fracaso de la red venosa plantar. Las plantillas controlan el exceso de pronación, estabilizan el pie y mejoran el apoyo. Un correcto apoyo a nivel del arco longitudinal es fundamental para facilitar el mecanismo de funcionamiento de la bomba plantar.

Pie Cavo:
Sufre una escasa activación muscular tanto por el apoyo del talón con excesiva violencia y poca grasa plantar, así como poca actividad muscular a nivel de la pierna. Las plantillas mejoran el apoyo del talón, e incrementa el funcionamiento de la bomba venosa plantar mediante el contacto íntimo con el arco longitudinal interno de la plantilla.



lunes, 11 de noviembre de 2013

Estiramientos musculares del triceps sural


     Esta técnica juega un importante papel en el tratamiento de la fascitis plantar y las contracturas del triceps sural.

     Incrementar la elasticidad de la musculatura posterior de la pierna es importante. Estos ejercicios se realizan habitualmente con ayuda de la pared ó escalones. (Figuras) Estas posiciones se deben mantener durante un tiempo prolongado, forzando la posición.


  


     Estas posiciones se deben realizar 100 veces al día por pierna, manteniendo y forzando la posición.
     Una de las claves del éxito es mantener la rodilla extendida, la otra... la constancia.




     También se utilizan para aliviar la fascitis plantar, aunque con éxito desigual, las maniobras dinámicas de “masajear” el arco del pie con un bote de bebida o una pelota de tenis. El masaje manual sobre la fascia plantar, así como el estiramiento mediante toalla pueden ayudar a aumentar la elasticidad de la misma.


Tratamiento ortopédico de la fascitis plantar

RESUMEN
La fascitis plantar es una causa frecuente de talalgia, dolor en el talón, en el paciente adulto. El dolor es originado frecuentemente por una degeneración colágena a nivel del origen de la fascia plantar en el tubérculo interno del calcáneo.
La causa de la degeneración son los microtraumatismos repetidos de la fascia plantar que sobrepasan la capacidad para la autoreparación de la misma.
Existen muchas posibilidades terapéuticas, tales como el reposo, estiramientos, fortalecimiento, cambio de calzado, arcos de apoyo, soportes plantares, férulas nocturnas, antiinflamatorios y cirugía. La fascitis plantar debe ser tratada con éxito mediante tratamiento personalizado.


INTRODUCCIÓN
La fascia plantar es una banda densa de tejido fibroso que tiene muy poca elasticidad.
El origen de la fascia plantar, la tuberosidad plantar interna del calcáneo suele ser la zona de mayor frecuencia en relación al dolor de la misma.
La tensión de la fascia plantar aumenta proporcionalmente con la pronación o aplanamiento del arco plantar, de tal forma que podemos comprobar como uno de los síntomas repetidos en pacientes pronadores es la irritación e inflamación de esta estructura.


FUNCIONALIDAD
Estabiliza el pie gracias a su resistencia, evitando que el arco longitudinal interno disminuya en su magnitud durante la fase de apoyo medio.
Además permite la absorción de impactos durante la marcha humana.

CAUSAS DE LA FASCITIS
Los individuos con pies planos, pronados o cavos (Figura) incrementan el riesgo de desarrollar fascitis plantar. Los pronadores tensan la fascia plantar principalmente durante el apoyo completo del pie, que desemboca en una tracción exagerada de dicha fascia. Los pacientes con pies cavos tienen un exceso de tensión en su fascia plantar.





En pacientes deportistas el sobreesfuerzo es la causa más frecuente de fascitis plantar, especialmente la carrera, la cual produce microtraumatismos que afectan al colágeno tisular y no permite la regeneración del mismo.
Esta patología también ocurre en pacientes de edad más avanzada, en los cuales el problema es más biomecánico que de sobreuso. A menudo presentan hipotonía muscular que degenera en un aplanamiento plantar, así como un descenso de la capacidad de regeneración tisular antes comentada.


CLÍNICA
·       Dolor en el tubérculo posterointerno calcáneo plantar. En ocasiones irradiado a toda la fascia plantar. El dolor puede exacerbarse realizándose una dorsiflexión pasiva de las articulaciones metatarsofalángicas, manteniendo al paciente de puntillas o de talones, es decir, realizando maniobras para tensar la fascia plantar.
·       Dolor inflamatorio (muy característico) en los primeros pasos.
·       Tiempo de evolución generalmente mantenido, cronificado.


TRATAMIENTO ORTOPODOLÓGICO

SOPORTES PLANTARES O PLANTILLAS ORTOPÉDICAS
Los soportes plantares se deben realizar mediante impresión previa y estudio biomecánico y el objetivo a cumplir será el evitar las alteraciones mecánicas del paciente como pueden ser pies pronados, planos, cavos, y discrepancias de longitud de los miembros inferiores.
Para pacientes con fascitis plantar la prescripción varía según la patología de origen en soportes de EVA de diferentes densidades con apoyo de arcos plantares y lámina amortiguadora de Porón o material similar hasta subcapital o retrocapital (Figura), ó soportes de polipropileno de 2 ó 3 milímetros posteados en EVA de alta densidad para mantener la corrección de la posición del talón, y talonera de Porón o material similar para aumentar la amortiguación durante el impacto del talón. (Figura)







CALZADO
Los pacientes a menudo encuentran que con zapatos con suela amortiguadora, tipo etil vinil acetato de alta densidad como el que se utiliza en calzado deportivo, disminuye el dolor asociado a largos periodos caminando o en posición ortostática. Diferentes estudios muestran que el calzado deportivo pierde con el tiempo una parte importante de la capacidad de absorción de impactos. Así simplemente adquiriendo un nuevo par de zapatos se puede disminuir el dolor.
Las características que debe tener un calzado adecuado son: suela amortiguadora y contrafuerte semirígido de talón.


TALONERAS
Las taloneras son dirigidas teóricamente a disminuir la intensidad del impacto sobre el talón y también a relajar la tensión de la fascia plantar mediante la elevación del talón con un material blando. Se ha demostrado que el resultado positivo del tratamiento con esta terapia ha sido principalmente positivo en pacientes con poca grasa plantar en el talón ó con talones doloridos, pero no en fascitis plantar. Se ha mostrado como un tratamiento muy poco efectivo para esta patología.
        La utilización de taloneras elevadoras de alta densidad no mejoran la amortiguación ni disipan el impacto, solamente envían carga al antepié y relajan la musculatura posterior de la pierna, mientras que las de silicona y derivados son pesadas e inestables por su “flaneo”. Ninguna de estas taloneras proporcionan relajación de la fascia plantar.


CONCLUSIONES
Lo más importante en una talalgia es establecer un correcto diagnóstico. Por tanto nunca debemos olvidar el historial médico del paciente. Y recordar que en ocasiones la talalgia supone el síntoma inicial de patología sistémica
El tratamiento de esta patología comienza en la prevención. Debemos estirar antes y después de la práctica deportiva.