En esta entrada os intentaremos de manera muy esquemática, dar una serie de pautas para elegir correctamente unas zapatillas de running.
En primer lugar hay que tener en cuenta el terreno por el que se corra. Según sea éste más o menos duro y uniforme, así tenderemos que manejar variables como son la estabilidad y la amortiguación. A más dureza del terreno, es decir, si corremos por asfalto o por la acera, las zapatillas deben tener un grado alto de amortiguación, y si corremos por terrenos irregulares, es decir, terrenos naturales, aumentaremos el grado de estabilidad de las zapatillas. A esta estabilidad ayuda tanto una suela ancha y de dureza adecuada, como un buen contrafuerte de talón.
Por lo visto anteriormente es mejor comprar las zapatillas a última hora del día, que es cuando los pies están más dilatados.
En primer lugar hay que tener en cuenta el terreno por el que se corra. Según sea éste más o menos duro y uniforme, así tenderemos que manejar variables como son la estabilidad y la amortiguación. A más dureza del terreno, es decir, si corremos por asfalto o por la acera, las zapatillas deben tener un grado alto de amortiguación, y si corremos por terrenos irregulares, es decir, terrenos naturales, aumentaremos el grado de estabilidad de las zapatillas. A esta estabilidad ayuda tanto una suela ancha y de dureza adecuada, como un buen contrafuerte de talón.
Otro punto a tener en cuenta es el peso del corredor. Existe una clasificación muy sencilla para no equivocarse en la elección de unas correctas zapatillas, y así tanto la estabilidad, como sobre todo, la amortiguación serán las adecuadas:
- Menor de 75 kg
- De 75-85 Kg
- Mayor de 85
Como podólogo no puedo dejar pasar la más compleja para el usuario, el tipo de pisada. Para eso no existe otro camino que acudir a la consulta de un especialista en análisis de la pisada y ver cómo se comportan tus pies en estática, marcha y carrera.
Según esto existen zapatillas de running para corredores neutros, supinadores, es decir, pisan más de lo debido por fuera, y pronadores, estos son los corredores que vuelcan el pie hacia dentro.
Si tenemos cualquiera de estos problemas en un grado medio o grave las zapatillas deberán ser neutras, y el tratamiento serán plantillas personalizadas que corrijan la alteración diagnosticada. Si el grado de alteración en la pisada es muy leve, se podrá compensar con las zapatillas bien sean para supinador o para pronador.
Eso si, si dudamos del nivel de alteración en la pisada, o vemos que nuestros pies son asimétricos en los desgastes del calzado, o en el aspecto que presentan, no debemos utilizar zapatillas sin tratamiento de plantillas, puesto que serán insuficientes o inadecuadas.
Según esto existen zapatillas de running para corredores neutros, supinadores, es decir, pisan más de lo debido por fuera, y pronadores, estos son los corredores que vuelcan el pie hacia dentro.
Si tenemos cualquiera de estos problemas en un grado medio o grave las zapatillas deberán ser neutras, y el tratamiento serán plantillas personalizadas que corrijan la alteración diagnosticada. Si el grado de alteración en la pisada es muy leve, se podrá compensar con las zapatillas bien sean para supinador o para pronador.
Eso si, si dudamos del nivel de alteración en la pisada, o vemos que nuestros pies son asimétricos en los desgastes del calzado, o en el aspecto que presentan, no debemos utilizar zapatillas sin tratamiento de plantillas, puesto que serán insuficientes o inadecuadas.
El número ideal y la horma: El corredor debe sentir el pie sujeto, pero no comprimido. Para ello debe sobrar entre 8 y 10 mm del dedo más largo a la zona de contacto de ese dedo con la puntera. En calzado de calle ese valor es menor, es de 6 mm. La razón de que el calzado para running sea más largo que el de calle es porque los pies sufren cierta dilatación por la realización de la carrera prolongada, y por eso miden más de largo y ancho después del entrenamiento que antes, y además el pie, con la fatiga, presenta cierto aplanamiento por cansancio muscular y relajación músculo-tendinosa, que hace que el pie se distienda más, sobre todo en sentido longitudinal.
Por lo visto anteriormente es mejor comprar las zapatillas a última hora del día, que es cuando los pies están más dilatados.
Por último hablar del drop. El drop es la diferencia entre el grosor de la suela a nivel anterior y posterior. Se mide en números, que van del 2, 4 , 6, etc..., que corresponden a la diferencia de ese grosor en mm. Es de suma importancia elegir un drop correcto para que la posición corporal se vea ayudada por esta altura posterior. En una futura entrada hablaremos específicamente del drop.
Esperamos que esta entrada os resulte de utilidad.
Roberto Jiménez Leal
Ortopedia Posturología y Biomecánica del pie. CPsalud
Esperamos que esta entrada os resulte de utilidad.
Roberto Jiménez Leal
Ortopedia Posturología y Biomecánica del pie. CPsalud