LONGITUD
El usuario del zapato debe calzarse ambos
pies y comprobar que del extremo del dedo más largo al final del zapato resta
aún entre 5 y 10 mm.
PESO
El peso del calzado está relacionado
directamente con el consumo energético de la marcha. Es sencillo observar cómo
un paciente hipotónico camina o corre de
manera más fisiológica con un calzado más ligero que con uno más pesado.
ROZAMIENTO
En cuanto a los factores de diseño
que determinan el rozamiento de la suela del zapato con la superficie, éstos
son fundamentalmente dos:
·
Las características del material de la suela.
·
La geometría de la suela, incluyendo el
dibujo y forma de ésta.
En
cuanto al material a utilizar deberá tenerse en cuenta el compromiso entre
características, en ocasiones contrapuestas, asociadas a su comportamiento
mecánico. Es decir, los materiales de la suela deberán presentar un coeficiente
de fricción adecuado a los pavimentos urbanos, y a su vez, resistencia a la
abrasión o desgaste de dicho material.
En
este sentido se ha constatado que, en general, las suelas de goma o poliuretano
tienen un buen comportamiento frente al rozamiento, es decir, tienen un buen
coeficiente de fricción y son resistentes a la abrasión.
Para
obtener un coeficiente de fricción adecuado a las superficies urbanas, en el
diseño de las suelas es necesario considerar el área de contacto entre la suela
y la superficie. El área de contacto, determinada por el diseño de la suela, es
uno de los factores de mayor influencia en el comportamiento de los materiales
sometidos a fricción. Cuanto mayor sea esta área, mayor será el coeficiente de
fricción que puede obtenerse y menor, por tanto, el riesgo de caídas por
resbalamiento.
Para
evitar roturas en uso, los dibujos o ranuras situados en la zona del antepie no
deben ser completamente perpendiculares al eje longitudinal del zapato pues, de
este modo, se aumenta el riesgo de fallo prematuro de la suela en la zona de
flexión.
En cualquier caso, características del dibujo
de la suela tales como el ancho, la profundidad, el largo, la forma, la
separación entre ranuras y el ángulo que forman respecto al eje del zapato
dependerán del tipo de material y de su espesor.
AMORTIGUACIÓN
A
la hora de seleccionar materiales y diseñar sistemas de amortiguación de
cargas, debe tenerse presente que el criterio a seguir no siempre consiste en
amortiguar tanto como sea posible. En este sentido, algunas investigaciones
parecen indicar que existe un límite tras el cual puede modificarse la
percepción de las cargas mecánicas actuantes sobre la planta del pie.
La
percepción normal de dichas cargas es necesaria para poner en marcha reacciones
neuro-musculares de las que depende el mantenimiento del equilibrio y la
disipación de cargas de impacto.
Dependiendo
de la magnitud de las solicitaciones mecánicas actuantes sobre la planta de los
pies y de la capacidad neuro-muscular del sujeto para adaptarse a dichas
solicitaciones, en la construcción del calzado pueden adoptarse dos
estrategias:
·
Potenciar los mecanismos naturales de
amortiguación.
·
Complementar la capacidad de amortiguación
natural de los tejidos mediante el diseño de elementos y sistemas incluidos en
el calzado.
Cuando
las cargas y las necesidades de amortiguación no sean muy altas, y dependiendo
de las características de los usuarios, se puede recurrir a potenciar la
capacidad de amortiguación natural del pie y del tobillo. Dichas estrategias,
destinadas a potenciar o a complementar la capacidad natural de amortiguación,
abarcan actuaciones sobre la suela, el tacón, el corte y la plantilla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario