En los últimos años la Podología ha avanzado de manera importante en el conocimiento de la biomecánica del pie y resto de aparato locomotor. Desde este blog pretendemos mostrar parte de esos avances, así como la solución mediante el uso de plantillas ortopédicas de algunas de las alteraciones más frecuentes.

viernes, 15 de noviembre de 2013

El pie como mecanismo de drenaje venoso


El pie se comporta como una bomba venosa en su región plantar (Figura 1), favoreciendo junto con el Soleo y Gemelos (Triceps Sural) el correcto retorno venoso.


Figura 1



El retorno venoso de los miembros inferiores está favorecido por la dinámica muscular del pie y los músculos posteriores de la pierna, denominada bomba venosa de Bauer (Figura 2), ambos sistemas forman un drenaje venoso ascendente.

Figura 2



Al caminar, se vacían a cada paso las venas plantares, complejo venoso conocido como suela venosa de Lejars (Figura 3).

Figura 3



ESTUDIO DE LA FASES DE LA MARCHA Y SU RELACIÓN CON EL DRENAJE VENOSO

Fase de apoyo de talón:
Es importante tener una cantidad mínima de grasa plantar en el talón (Figura 3A) para que actúe de compresor y así mejorar el empuje de la sangre en sentido craneal (ascendente), si no es así deberíamos ayudar con materiales de ese tipo en las plantillas para incrementar el tránsito venoso a nivel del talón en el impacto de éste contra el suelo.

Fase de apoyo medio plantar:
Se presiona la vena plantar externa desplazando el retorno venoso hasta el talón. (Figura 3B)

Fase de despegue:
Un correcto despegue por el borde interno del pie, más concretamente por el primer dedo permitirá un retorno venoso más poderoso. (Figura 3C) Si algo no funciona correctamente en esta fase de la marcha, frecuentemente una insuficiencia del primer radio, se dificultará el retorno venoso hacia la vena tibial posterior.


PATOLOGÍAS QUE FAVORECEN UNA MALA FUNCIÓN VENOSA

Dismetría:
Un miembro más corto que otro hace que varíen las presiones y las cargas de los pies, y la red venosa y dinámica del paso no funcionen correctamente.

Pie plano valgo (pronado):
El aplanamiento o pronación del pie generan un fracaso de la red venosa plantar. Las plantillas controlan el exceso de pronación, estabilizan el pie y mejoran el apoyo. Un correcto apoyo a nivel del arco longitudinal es fundamental para facilitar el mecanismo de funcionamiento de la bomba plantar.

Pie Cavo:
Sufre una escasa activación muscular tanto por el apoyo del talón con excesiva violencia y poca grasa plantar, así como poca actividad muscular a nivel de la pierna. Las plantillas mejoran el apoyo del talón, e incrementa el funcionamiento de la bomba venosa plantar mediante el contacto íntimo con el arco longitudinal interno de la plantilla.



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